¿Tu entorno te genera estrés?

Te has preguntado, ¿cómo es que se genera el estrés?. Como arquitectos solemos ser fieles buscadores del disfrute y la seducción de los sentidos, pero habitualmente dejamos de lado el papel de un mal abordaje en el proyecto, y cómo este puede generar estrés en los usuarios.

Abordemos la explicación fisiológica del estrés, y cómo este tiene afecciones, iniciando por las emocionales, y desencadenando problemas corporales notorios a largo plazo. El estrés es generado por tensión y ansiedad por un tiempo continuo. Dicho estado es una respuesta natural del cuerpo, que conlleva 3 fases:

1. Percepción del estímulo estresante.

2. Reacción ante dicho estímulo manejado por el neocórtex, cerebro encargado de la autorregulación, y el cerebro límbico, que se encarga de recordar eventos previos similares.

3. Activación de la respuesta en el organismo.

Respecto a la fase de activación, se genera en 3 periodos:

1. La alerta, dicha fase logra que las glándulas suprarrenales que son dirigidas por el sistema límbico, segreguen adrenalina, aumentando la frecuencia cardíaca, funcionando como energía de urgencia.

2. De defensa, de igual forma las glándulas suprarrenales generan cortisol, que con ayuda del páncreas segrega glucosa en sangre, metabolizando los hidratos de carbono, para producir energía de reserva.

3. El agotamiento, al momento de persistir la situación, el organismo se encuentra agotado y de manera paulatina, las hormonas secretadas son menos eficaces, y comienzan a acumularse, por ende, el organismo está invadido de hormonas que tendrán un impacto negativo sobre la salud, debido a la "neurotoxicidad", atrofiando a las neuronas, disminuyendo su síntesis y su "neuroplasticidad", de manera reversible, pero a largo plazo de forma permanente.

De manera instintiva el cuerpo percibe un estímulo estresante al creer que está en peligro su integridad, por ende el cuerpo tiene esas reacciones neurológicas y hormonales, el cuerpo genera glucosa a través de los procesos explicados con anterioridad, mandándola a los músculos, con ello, estos puedan actuar con mayor agilidad y fuerza ante la adversidad.

Como arquitectos estamos a cargo de generar proyectos que eviten las percepciones de miedos, peligros, o dolo a los usuarios, el entorno urbano/arquitectónico en la vida cotidiana es fundamental para evitar la segregación de las hormonas del estrés. Eludiendo dichas propiedades podemos lograr que la calidad de vida de los usuarios mejore de manera radical, logrando que tengan una mejor conducta, aumente su atención, promueva su bienestar emocional inherente al fisiológico, ayudando a la toma de decisiones y su personalidad en general.